martes, 26 de marzo de 2013

Recomendación del libro "El cisne negro"


El cisne negro. El impacto de lo altamente improbable
Autor: Nassim Nicholas Taleb
Ed. Paidos
Imagínense que usted es un guajolote que desde que nació siempre, cada día, su dueño ha venido a darle de comer puntualmente tres veces al día; con base a que esa rutina se ha repetido invariablemente durante tres años usted podría inferir que la intensión de su dueño es velar por su bienestar y que jamás se va a atrever a hacerle daño; hasta que llega la víspera de navidad y su dueño, en vez de darle su comida lo atrapa y le tuerce el cuello.
El cisne negro usa esta analogía para decirnos que tendemos a centrarnos en las cosas que pasan y no en las que no pasan pero que pudieron haber pasado o que pudieran pasar en un futuro pero que, dado que las consideramos sucesos altamente improbables, nos manejamos como si jamás fueran a pasar.
Pero el problema, es que estamos viviendo un mundo que no es estable, sino que es altamente volátil (el autor les llama mediocristan y extremistán). En la opinión del Taleb, creer que en nuestro mundo las cosas poco probables no se presentaran nos pone de modo para que, cuando sucedan, nos tomen completamente desprevenidos.
Incluso creemos que conocemos nuestro mundo más de lo que en realidad lo conocemos. Una de las cosas sobre las que más insiste Taleb es que estamos en un entorno altamente azaroso y que en retrospectiva podemos encontrar las razones de por qué pasaron las cosas que pasaron  (la falacia narrativa le llama), pero que eso no nos sirve para nada para predecir lo que va a pasar en el futuro.
De hecho, afirma que simplemente no podemos predecir; y una de las herramientas que más hemos utilizado para calcular la probabilidad de que algo vaya a ocurrir, la campana de Gauss, la considera como “el gran fraude intelectual” de nuestra época.
Qué es lo que deberíamos de hacer en opinión de Taleb; primero, considerar que no todos los eventos azarosos son negativos, también los hay positivos (la estrategia es exponerse a los positivos y ponerse paranoico con los negativos); aprovechemos cualquier oportunidad o cualquier cosa que parezca serlo; no intentemos predecir, sobre todo de manera específica, porque nos volvemos vulnerables a lo que no hemos previsto; y tengamos cuidado con escuchar a todos aquellos que nos dicen que es lo que va a pasar en el futuro, ya sea agentes del gobierno o científicos.