LECTURAS DE LA
MENTE
Por Juan Gerardo
Martínez Borrayo
Departamento de
Neurociencias
Universidad de
Guadalajara
La cargada
Dentro del diccionario político mexicano, se define a la cargada como la
adhesión en masa a la candidatura del elegido, por medio del dedazo y desde el
poder, y que exigía disciplina y apoyo incondicional.
Conformidad
con el grupo
La investigación ha mostrado cuales son las bases psicológicas de ese
concepto mexicano; todo comentó con las investigaciones de Salomon Asch (1995) quien
en la década de los 50 les presentó a sus sujetos unas líneas en una pantalla y
les pedía que eligieran cual era de la misma longitud a una que tenían en una
tarjeta en sus manos.
Dado que la tarea es bastante fácil, casi nadie le falla si estaba solo,
pero si se encontraba dentro de un grupo de sujetos que estaban de acuerdo con
el investigador para decir una línea equivocada, entonces uno de cada tres de
los sujetos de investigación terminaban eligiendo también la línea equivocada.
Este resultado es universal, se ha repetido el experimento en multitud
de países y se llega más o menos al mismo resultado (Sunstein, 2003): entre el
30 y el 40 % de las personas se dejan influir por el grupo. Lo asombroso es que
uno pensaría que saben que eligieron la línea equivocada, pero estudios
realizados con resonancia magnética funcional indican que realmente ven las
cosas como los demás (Berns y cols., 2005).
Con el tiempo se ha ido viendo que este efecto de tendencia a la
conformidad es menor si la respuesta se le pide de manera anónima y aumenta si
los grupos son unánimes; llegando al grado de que los sujetos se muestran de
acuerdo con el grupo, incluso cuando piensan que los demás están equivocados.
Hay versiones más complejas de este experimento. Hay un efecto
perceptual muy curioso conocido como efecto autocinético descubierto por
Muzafer Sherif (1937) que consiste en poner a un sujeto en una habitación
oscura y colocar un punto de luz delante de el a cierta distancia. La luz está
fija pero parece moverse. Si se les preguntaba a los sujetos individualmente
nunca coincidían en la distancia, pero Sherif halló un efecto de conformidad si
la prueba era realizada en pequeños grupos, sobre todo si había un confidente
suyo que hacía sus aseveraciones de manera firme.
Más delante cuando les volvía a preguntar en privado sobre la distancia
de la luz, se encontró que los sujetos había internalizado la valoración del
grupo. Inclusive, los juicios se
desenvolvieron en “generaciones”, en el sentido de que si al grupo se le
introducían nuevos sujetos y se retiraban otros, la valoración persistía.
Otros experimentos han encontrado esta conformidad al grupo en
diferentes tipos de juicios (Crutchfield, 1955). Por ejemplo, sobre problemas de un país; se les presentaron 5
opciones, entre ellas las actividades subversivas. Cuando se les pidió en lo
individual 12% eligió esta opción, pero si era en un grupo en el que había un
aparente consenso, la elegía el 48%.
De igual manera, si se les proponía la siguiente frase “una sociedad puede
suspender la libertad de expresión si se siente amenazada”, individualmente la
eligió 19%, pero bajo la presión de un grupo se elevó al 58%.
La
conformidad cultural
En el ámbito cultural se ha descubierto algo parecido. Matthew Salganik
y sus colaboradores (2006) crearon un mercado de música artificial, con grupos
y canciones totalmente desconocido, en el que participaron 14,341 sujetos. Se
les pidió que escucharan unos cuantos compases de cualquier canción que
eligieran y que les otorgaran una calificación. Los dividieron en dos grupos,
la mitad en donde eligieron y puntuaron de manera independiente, basándose en
su propio juicio. La otra mitad, por su parte, podía ver cuantas veces habían
bajado la canción los demás participantes.
Lo que descubrieron es que era muy probable que los sujetos que estaban
en el segundo grupo siguieran bajando las canciones más bajadas y era mucho
menos probable que descargaran las canciones poco populares. Pero lo más
interesante de todo es que el éxito de las canciones era completamente impredecible.
Las canciones podían ser un éxito o un fracaso simplemente porque, al
principio, otros las habían descargado o no.
La
obesidad es contagiosa
La influencia de los grupos no termina ahí. La obesidad es contagiosa;
es más probable que tienda al sobre peso si tiene muchos amigos con sobrepeso.
Una buena forma de engordar es ir a cenar con otras personas (Wansimk, 2006).
En promedio, si se come con una persona se come un 35% más comida, comparado
con comer solo; si se come con 4 personas, la cifra aumenta a 75%; y si son
siete o más los que comen aumenta a un espantoso 96%.
Se ha observado también que si una persona come regularmente poco, pero
está en un grupo de tragones, va a terminar comiendo más. Y pasa también lo
contrario; si está un tragón con personas que comen poco, entonces va a comer
menos.
Impronta
Hay otros trabajos que han estudiando un funcionamiento un tanto
misterioso llamado impronta (priming en inglés) que es una forma de trabajo
automático de la cognición. La investigación muestra que sutiles influencias
pueden aumentar la facilidad con la que la información llega a la mente y se
dispara la acción.
Al parecer, si determinados objetos están situados de forma bien
visible, el comportamiento de las personas se ve afectado. Objetos típicos de
entorno de oficina, como portafolios y mesas de reunión, hacen que las personas
se vuelvan más competitivas, menos generosas y menos cooperativas (Aaron y
cols., 2004). Los olores también son importantes: simplemente el olor a líquido
limpiador hace que las personas sean más pulcras mientras comen (Holland y
cols., 2005).
O pensemos en este: los juicios sobre los desconocidos varían en
función de si se está tomando café frío o caliente. Si se toma frío se tiende a
ver a los demás como egoístas, poco sociables y, claro esta, fríos, comparados
cuando se lo estaban tomando caliente (Bargh, 1997).
En la
política
Los partidos políticos, o sus asesores en publicidad, saben todo esto;
por eso suelen usar frases como “la mayoría está con …” con la esperanza de que
al decirlo, se haga realidad.
La pesadilla de los candidatos es que se llegue a dar la percepción de
que los votantes los están abandonando masivamente. Eso ha ocurrido en algunas
elecciones de los EEUU, donde unos candidatos comienzan ganado una de las
elecciones primarias y de ahí se van en cascada ganando de elección en
elección. Es la cargada gringa.
Incluso recurren a triquiñuelas psicológicas. Hay un efecto que se
conoce como “efecto de la mera medición” que se refiere al descubrimiento de
que cuando a las personas se les pregunta qué piensan hacer, es más probable
que actúen de acuerdo con sus respuestas. Este hallazgo se da en muchos
contextos. Si se pregunta a alguien si tiene la intensión de consumir ciertos
alimentos, seguir una dieta o hacer ejercicio, su respuesta afectará a su
conducta (Sherman, 1980).
Se ha visto que si un día antes de las votaciones se le pregunta a una
persona si va a votar, se aumenta la posibilidad de que lo haga hasta en un 25%
(Greenwald, 1987). Una variante de esta estrategia es que los partidos políticos
animen a los electores a que voten por ellos, simplemente preguntándoles si van
a votar por ellos. Lo digo esto porque a mi ya me hablaron para responder a una
encuesta, pero todas las preguntas estaban amañadas a favor de un candidato.
Estaban tratando de inducir la cargada.
Bibliografía
Asch, S. Opinions ans Social Pressure. En Reading
about the social animal, ed. Elliott Aronson, 13, Nueva York, W. H. Freeman,
1995
Sunstein, C. R., Why societies need dissent,
Cambridge: Harvard University Press, 2003
Berns GS, Chappelow J, Zink CF, Pagnoni G,
Martin-Skurski ME, Richards J. Neurobiological correlates of social conformity
and independence during mental rotation. Biol Psychiatry. 2005 Aug
1;58(3):245-53.
Sherif, Muzafer, “An experimental approach to
the study of attitudes”, Sociometry 1 (1937): 90-98
Crutchfield, Richard S., “Conformity and
Character”, American Psychologist 10 (1955): 191-198
Salganik MJ, Dodds PS, Watts DJ. Experimental
study of inequality and unpredictability in an artificial cultural market. Science.
2006 Feb 10;311(5762):854-6
Wansink, Brian, Mindless eating: Why eat more
than we think, Nueva York: Bantam, 2006
Aaron C. Kayaor, S.Christian Wheelerb, John A.
Barghc, Lee Rossa. Material priming: The influence of mundane physical objects
on situational construal and competitive behavioral choice. Organizational
Behavior and Human Decision Processes.Volume 95, Issue 1, September 2004, Pages
83–96
Holland RW, Hendriks M, Aarts H. Smells like
clean spirit. Nonconscious effects of scent on cognition and behavior. Psychol
Sci. 2005 Sep;16(9):689-93
Bargh, John, “The automaticity of everyday life”,
en Advances in social cognition, vol. 10, The automaticity of everyday life,
Ed. Robert Wyer, Jr., 1-61, Mahsah, Nueva Jersey: Lawrence Erlbaum, 1997
Sherman, Steven J., “On the self-erasing nature
of errors and prediction”, Journal of personality and social psychology 39
(1980): 211-221
Greenwald, Anthony G.; Carnot, Catherine G.;
Beach, Rebecca; Young, Barbara. Increasing voting behavior by asking people if
they expect to vote. Journal of Applied Psychology, Vol 72(2), May 1987,
315-318.
Comentarios
y sugerencias favor de dirigirlos a la redacción de EL OCCIDENTAL, a la
siguiente cuenta de correo electrónico: jugemab1@yahoo.com.mx
o en http://www.myspace.com/juangerardomartinez,
en Facebook, blogger “lecturas de la mente” y twitter @JGerardoMartnez
No hay comentarios:
Publicar un comentario