Lecturas de la Mente
Por Juan Gerardo Martínez Borrayo
El catolicismo en México
Cuestiones conceptuales
Hace no mucho, fui a
una conferencia dictada por Elio Masferrer Kan, sobre su libro “Pluralidad
religiosa en México. Cifras y proyecciones”. De ese libro hago un resumen de
las cosas que me parecen más importantes, sobre todo ahora que el papa va a
estar en tierras mexicanas.
Una religión es,
siguiendo a Clifford Geertz, “un sistema de símbolos que obra para establecer
vigorosos, penetrantes y duraderos estados anímicos y motivacionales en los
hombres, formulando concepciones de un orden general de existencia y
revistiendo estas concepciones con una aureola de efectividad tal que los
estados anímicos y motivaciones parezcan de un realismo único”.
Así, las religiones tienen
algo que le llama capital simbólico (ciertas formulaciones acerca de lo que le
importa a la gente) y una eficacia simbólica (esa capacidad de establecer estados
anímicos y motivacionales en los hombres) que hace que sus feligreses le
dediquen tiempo y recursos para el crecimiento de su sistema religioso.
Desde esta perspectiva
la expansión de otras religiones no católicas en México es resultado de que
ellas han acumulado eficacia simbólica y por lo tanto sus seguidores han estado
dispuestos a destinarle dinero y recursos para que su religión crezca; al mismo
tiempo indica que la caída de las cifras de católicos en México se debe a los
escasos aportes de su feligresía al progreso de su sistema religioso.
Las cifras de la pluralidad religiosa
Las cifras oficiales
del número de creyentes en México son dadas por el INEGI. En el libro Masferrer
hace un análisis de las diversas metodologías que se han usado en los censos
desde 1895 a la fecha y concluye que ha cambiado para mal, ya que desde el
censo de 1950 no se trabaja con variables que ya estaban estandarizadas en los
censos anteriores.
Por ejemplo,
aparecieron categorías de respuestas, que son aparentemente neutrales, tales como
“sin religión”, “no especificado”, “religión no especificada” y “se ignora o no
se contesta”; pero esas opciones encubren a miembros de religiones
minoritarias, que no desean exhibir su identidad religiosa y reflejan también
que el INEGI no tiene los mecanismos aptos para identificar a todos aquellos
que no son católicos.
A esto le agrega el Dr.
Masferrer, que las autoridades del INEGI tienen un trato preferencial a la
iglesia católica. Esto se evidenció en que el 3 de marzo del 2011, se
presentaron los datos del censo 2010 y a ella fueron invitados solamente los
responsables de la Conferencia del Episcopado Mexicano y solo a ellos se les
prometió una investigación especial para desglosar los datos en función de las
diócesis católicas.
Sin embargo, se nota
una creciente disidencia religiosa; y es a partir de 1980 que comienza a haber
una verdadera crisis del predominio católico en México ya que empieza a haber
un crecimiento sostenido de evangélicos, protestantes históricos, cristianos,
pentecostales, adventistas, mormones y testigos de Jehová. Este crecimiento es una
constante que se expresa en todo el país, sobre todo en regiones que hasta hace
unos años eran cotos cerrados del catolicismo.
Así, se ha ido
construyendo una pluralidad religiosa en México. En este momento nos
encontramos dentro del rango de la pluralidad media, lo que indica que la
presencia católica oscila entre el 80 y el 87.99% del total de la población.
Sin embargo, el Dr.
Masferrer, sospecha que el número de católicos mexicanos ha sido inflado. Sus razones
son las siguientes. Oficialmente hay 82.72% de católicos, pero si observamos
los datos del número de personas nacidas según el INEGI y el número de
bautizados según el Anuario Estadístico de la Iglesia Católica, nos podemos dar
cuenta de que la utilización de los ritos católicos ha ido descendiendo. Por ejemplo,
en 1980, nacieron 2, 430, 348 personas, de las cuales fueron bautizadas 2, 029,
449, es decir, el 83.5%; pero para el 2008, nacieron 2, 636, 110 y se
bautizaron a 1, 942, 579 niños, tan solo el 73.69%.
Y las cosas se ponen
cada vez peor si consideramos otros sacramentos. Por ejemplo el matrimonio. En 1980,
el registro civil casó a 493, 151 personas, mientras que la iglesia católica
solo lo hizo con 378, 704, un 76.79%; para el 2008, se casaron en el registro
civil 589, 352 parejas, mientras que en el rito católico solo lo hicieron 310,
486, lo que arroja un 52.68 % de católicos.
Si tomamos la
información de las primeras comuniones y de las confirmaciones las cifras caen
aun más. El promedio de las primeras comuniones nos da en el 2008 el 50.61% de
católicos y con respecto a la confirmación, los datos indican un promedio de
42.14%. Por lo cual, podemos decir que en México son católicos alrededor de 52,
096, 059 habitantes, 46.37% del total de habitantes del país. Hay un claro
abandono de la Iglesia Católica.
La discriminación religiosa
Una razón por la que
los fervientes de religiones no católicas no expresan su verdadera convicción
religiosa es el grado de discriminación que existe en México. De acuerdo a la
CONAPRED un tercio de los mexicanos somos intolerantes, lo cual quiere decir
que mencionar que no se es católico implica ser discriminado, maltratado,
segregado y humillado.
La discriminación en
México comenzó con la invasión europea y la imposición del catolicismo; pero a
partir de entonces la relación de la sociedad mexicana con sus minorías esta
llena de contrastes, baste recordar el trato amable dado a los menonitas y las
masacres de chinos; la recepción calurosa a los exiliados republicanos
españoles y la devolución de barcos cargados de judíos, que eran enviados a la
Europa controlada por los nazis. Actualmente, hay expulsiones de “protestantes”
de sus comunidades donde pierden derechos agrarios y tierras, además les roban
sus pertenencias, sufren violación de sus mujeres o simplemente son asesinados
a golpes. Además de que persiste un sistema de violación sistemática de sus
derechos en forma sorda, discreta, pero no menos efectiva.
Como se mencionaba
antes, un tercio de la población es intolerante ante otras religiones que no
sean la católica. Por intolerante se entiende que aceptan la expulsión de
personas por sus ideas religiosas, opinan que las autoridades deben de reubicar
a los protestantes en otra parte, que el estado no debe de hacer nada y
obedecer lo que decidió la mayoría y sacar a los protestantes.
Jalisco es un estado
curioso, porque a nivel estatal es uno de los estados con menores opiniones
intolerantes, donde 72% de su población estaría dispuesta a defender los
derechos de los protestantes. Pero, Guadalajara en lo particular tiene un 33.7%
de opiniones negativas a los pertenecientes a otras religiones, lo que la ubica
en el quinto lugar de ciudades más intolerantes. Esta situación se agudiza a
nivel barrial, donde Jalisco está en el nivel más alto de intolerancia con un
45.3%.
Todas estas cifras
indican años de penurias y vejaciones que han tenido que soportar y soportan
actualmente millones de personas en México. Espero que la visita del papa sea
un motivo de reflexión y dejemos atrás estas actitudes que no corresponden un México
mejor.
Masferrer Kan, Elio. Pluralidad religiosa en
México. Cifras y proyecciones. Primera edición. Libros de la Araucaria, Buenos Aires,
Argentina. 2011.
Encuesta Nacional Sobre la Discriminación en
México. Resultados Generales. 2010. Consejo Nacional para Prevenir la
Discriminación. Disponible en: http://www.equidad.scjn.gob.mx/IMG/pdf/ENADIS-2010-RG-SemiAccs-02.pdf
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